Un homenaje a la muerte de cientos de niños indígenas en Canadá, gana el premio a la mejor foto del año
“La historia colonial no es historia antigua (…) esta es una historia viva con la que los sobrevivientes todavía están lidiando. Si queremos hablar de cosas como la reconciliación o la sanación, necesitamos realmente abrazar y honrar el corazón que todavía existe allí” declaró para The New York Times, Amber Bracken, periodista canadiense encargada de tomar la fotografía ganadora.
El homenaje realizado por Bracken, conmemora la vida de los cientos de niños indígenas pertenecientes al grupo Cowessess, sepultados en antiguos internados canadienses dirigidos por la iglesia católica.
En los últimos meses, el mundo se conmovió con el hallazgo de los cientos de cadáveres de niños indígenas, aunque se estima que la cifra podría ser de miles.
Fuente: World Press Photo